Hasta ahora te has ocupado de confeccionar una lista autobiográfica (tal vez, todavía abierta y añadiendo nuevos ítems) y de dibujar y contemplar el territorio de tu historia de vida. Pero dado que no estamos solos en nuestra biografía, en esta ocasión te propongo explorar el contexto social donde comenzó: el conjunto de tu familia y su historia.
Todos tenemos una narración interna de nuestra familia. Esta historia nos acompaña, consciente o inconscientemente, y nos condiciona, para bien o para mal, en la construcción de nuestro día a día. Para poder observar el que ha ocurrido en el seno de tu familia, te puede ser útil la confección de un mapa sincrónico de los acontecimientos familiares. Esto supone recoger, al mismo tiempo, lo que ha pasado en diferentes generaciones y a diferentes individuos, todo a la vez (no es tan complicado como suena). La observación de todo el conjunto, a menudo, nos permite comprender algunas cosas y esta comprensión acostumbra a facilitar cambios positivos y durables en nuestra vida. Este mapa sincrónico se llama genograma.
Un árbol genealógico recoge los nombres y apellidos de los miembros de la familia –tanto vivos como muertos- ordenados según su parentesco y generaciones. El genograma o genosociograma recoge, además, muchos otros datos, que te relaciono más adelante.
El genosociograma es, por tanto, una tarea de observación y de síntesis que te da muchísima información sobre tejido humano del que procedes: tu familia. De un vistazo, podrás establecer relaciones entre acontecimientos, personas y edades, o ver fácilmente las repeticiones, las coincidencias o las alianzas. Todo esto nos permite comprender las reglas o dinámicas que regulan el sistema familiar, sus creencias, los valores o sus mitos (que trabajaremos más adelante sobre la base de esta propuesta).
El objetivo de esta tarea es una redefinición de la perspectiva de los hechos vividos, que facilite la atribución de nuevos significados. Es decir, reflexionar y reconstruir el cuento que te explicas sobre la historia de tu familia.
¿Te animas?
Material
Hoja o cartulina bien grande, plantilla para genograma, lápiz, goma de borrar, lápices de colores. O si prefieres, ordenador y programas específicos para genogramas on line (los hay gratuitos, como por ejemplo GenoPro), una grabadora o video.
Consigna
Antes que nada, es importante tener claro que no te propongo una investigación genealógica. Lo que te sugiero es, en realidad, un simple ejercicio de memoria. Se trata de que registres en un mapa o gráfico –el genograma- el máximo de datos que recuerdes, de memoria y sin esfuerzo, sobre los miembros de tu familia. Por ejemplo:
Nombre y apellidos. También, si tenían, sus sobrenombres o motes
Fechas y lugares de nacimiento y muerte
Relaciones de parentesco
Matrimonios, divorcios, separaciones o enviudamientos
Nivel de estudios
Oficios y profesiones
Hijos biológicos, adoptivos, naturales, custodias y abortos. Incluye mellizos, gemelos, trillizos o más, también los nacidos muertos.
Lazos afectivos. Esto son conflictos, acercamientos, distanciamiento…
Roles que ejercieron
Estatus económico y financiero
Hechos significativos que dejaron marca
Movimientos migratorios, cambios de residencia
Secretos, tabúes, “no dichos”. Son esos hechos o situaciones que nadie nos explica, ya sea porque se considera vergonzoso o condenable, o bien para protegernos. Nosotros tenemos noticia de estos hechos, total o parcial, atando cabos, uniendo fragmentos de conversaciones a medias, frases inconclusas, suspiros, miradas, silencios…
Todos estos datos los recoges en este gráfico que llamamos genograma. Puedes utilizar alguna de estas plantillas que te facilito a continuación. Si las rellenas a mano, te aconsejo usar un lápiz, puede que necesites borrar más de una vez. Encontrarás más modelos y estilos si utilizas algún programa de ordenador.
En forma de árbol En forma de esquema semicircular
Si puedes, evita querer hacerlo de un tirón. Puede que necesites ponerte dos o tres veces (o más). Evita querer escribir todos los datos; no es una tarea rígida, lo que no recuerdes lo puedes dejar en blanco. Si no sabes cómo se llamaba el bisabuelo paterno o a qué se dedicaba, le das el lugar (¡eso sí es importante!) y dejas en blanco lo que no sepas. Recuerda que te propongo un ejecircio para hacer de memoria y sin esfuerzo. Aunque es seguro que habrán datos que será imposible o muy difícil que conozcas, descubrirás que sabes más de lo que pensabas.
Para señalar en tu genograma los vínculos de parentesco y los tipos de relaciones afectivas entre los diferentes miembros, te será útil conocer la simbología estándar que generalmente de utiliza. Te facilito los símbolos más comunes. Une los miembros involucrados con el tipo de trazo que consideres adecuado.
Hombre, mujer, género desconocido, mascota, hijo adoptivo, hijo en custodia, aborto, muerte, mellizos, gemelos
Para empezar, trabaja con tres generaciones hacia atrás. Te saldrá un mínimo de 15 personas, sin contar hermanos o hermanas, si tienes. Es decir:
Generación actual, la tuya: tú y tus hermanos o hermanas
1a generación atrás: tus padres
2a generación atrás: tus abuelos paternos i maternos
3a generación atrás: tus bisabuelos paternos i maternos
TOTAL: 15 personas + hermanos, si tienes
Cuando consideres que tu genograma es suficientemente completo, es el momento de construir la historia de tu familia en base a los hechos. Te sugiero la siguiente experiencia: con tu genograma delante y la ayuda de la grabadora, empieza a narrar la construcción de la familia que tienes delante, radiando la historia como lo harías si fueras un reportero o una reportera. También puedes, sencillamente, escribirla (pero no es tan divertido). Puedes acabar la historia de tu familia recogiendo, también, tu sentir ante la observación de la vida que llevaron tus antepasados.
Una vez des por concluida esta experiencia, guarda bien este material. Es la basa de futuras propuestas.
Esto es todo por ahora. ¡Adelante y buen trabajo!